La Samiaja se encuentra en la Vega de Archidona, entre la Peña de los Enamorados y la Sierra de Gracia: un lugar de leyenda junto al paraje natural de La Hoz de Marín, donde, –in illo tempore-, romanos y árabes dejaron sus huellas. Un rico y variado ecosistema en el que abundan arbustos del bosque Mediterráneo, como la retama, el alcaparro y la esparraguera, y árboles como el eucalipto, la encina y el acebuche. Y por supuesto, el olivo, casi un 70% de la superficie de la finca se destina a su cultivo. Entre sus habitantes encontramos liebres, ciervos, zorros y jabalíes, destacando la presencia de numerosas especies de aves: abejarucos, ruiseñores, golondrinas, picogordos, cernícalos… La localización estratégica al sur de la península y la cercanía de cursos importantes de agua (Laguna de Fuente de Piedra, Reserva Natural de las Lagunas de Archidona) convierten estos territorios en rutas migratorias de un gran valor ornitológico. No resulta extraño que nuestra dedicación se centre en la conservación medioambiental de este habitat tan singular. El cultivo ecológico de nuestros olivos, a diferencia del convencional, no emplea productos químicos, sino que utiliza técnicas respetuosas con el medio ambiente relacionadas con la planificación a largo plazo del suelo, el uso de materiales orgánicos y minerales, la reutilización del agua de lluvia, la incorporación de cubiertas vegetales compactas… En la regeneración del suelo empleamos el método del té de compost obtenido mediante el Sistema de Elaboración de Fertilizantes Ecológicos Líquidos (SEFEL), que permite incorporar de nuevo los residuos agrícolas al ecosistema.